Las restricciones de viaje impuestas por el gobierno durante la pandemia crearon un fuerte sentimiento de aislamiento entre la población. Los balnearios y retiros de bienestar siguen en estado de incertidumbre, y la novedad del entrenamiento en casa empieza a desaparecer. Poner un portátil encima de una pila de libros para ver vídeos de yoga dista mucho de ser lo ideal. Estar en el entorno adecuado es esencial para sentirse inspirado y lograr resultados de fitness.
Mientras el sector de los viajes permanece inactivo durante la pandemia, la mayoría de los superyates permanecen totalmente equipados y operativos, ofreciendo la escapada perfecta. Navegar en yate es la forma ideal de relajar tensiones y aliviar el estrés causado por la pandemia. La mayoría de los puertos deportivos han levantado sus restricciones, y en los casos en que las llegadas procedan de países considerados de «alto riesgo», las compañías de alquiler de yates pueden ofrecer un plan de contingencia redirigiendo a los pasajeros a un destino alternativo.
Alquilar un superyate suele considerarse una de las formas más seguras de disfrutar de unas vacaciones, debido a los entornos controlados y al contacto limitado con el mundo exterior. Los clientes pueden protegerse en entornos impecablemente limpios, al tiempo que reducen al mínimo la necesidad de frecuentar zonas públicas, donde los riesgos aumentan de forma natural.
Como consecuencia del mayor cierre de gimnasios, balnearios y operadores vacacionales, ATI YACHTS ha visto aumentar el número de clientes que buscan vacaciones activas. Los huéspedes disfrutan poniéndose en forma mientras crean recuerdos inolvidables. Por ejemplo, nadar sobre el arrecife de coral junto a la exótica vida marina es relajante para la mente.
Un día típico en un yate puede empezar con yoga al amanecer en el solárium, seguido de un plato de fruta en el salón exterior. Los superyates no son «retiros de bienestar», ya que la vida a bordo de un yate consiste más bien en adoptar un estilo de vida equilibrado. Sin embargo, existe una clara relación entre cómo se sienten los huéspedes y cómo se ven después de dejar el yate.
El secreto para mantenerse en forma es hacer ejercicio que no resulte pesado, y jugar en el mar es un gran remedio para quienes se resisten a ir al gimnasio. Los beneficios mentales también son mucho mayores. Los revolucionarios juguetes marinos han hecho posibles conceptos inconcebibles como volar sobre el agua. Una salida matinal en paddleboard o una sesión de surf en la playa ofrecen la oportunidad de disfrutar de un momento de soledad ininterrumpida. El kayak y el paddleboard son excelentes para tonificar la parte superior del cuerpo y fortalecer los músculos abdominales. El constante giro y empuje de las palas en el agua quema mucha energía. El paddleboarding es especialmente bueno para mejorar el equilibrio y la flexibilidad.
